¿Son las plantas capaces de escuchar la música? ¿De qué manera pueden responder a la música? Bien, pues las plantas respiran a través de diversas “bocas”, también llamadas “stomatas”, y se ha descubierto que el “stomata” de una planta puede responder a la música.
By D. Kroeze MSc. CANNA Research
Hace algunos años, científicos de la Universidad de California, San Diego, descubrieron un mecanismo de señales que controla el “stomata” de una planta. Las dos células que conforman el “stomata” están compuestas de células especializadas (células guardianes) que están en sintonía con la frecuencia resonante del calcio. El “stomata” se cierra cuando se le expone a esta frecuencia. Sin embargo, si esta frecuencia no es exactamente la correcta, el “stomata” se abre de nuevo al cabo de una hora. Esto sucedería aunque la concentración de calcio fuera lo suficientemente alta para que el “stomata”, en condiciones normales se cerrara. Experimentos han demostrado que la exposición a altas frecuencias es más o menos responsable del incremento de intercambio de gases, y no sólo al cabo de una hora.
La Música Potencia El Crecimiento
Cuando una música específica, tonos altos o el cantar de un pájaro causan la vibración de la planta, aunque no a la frecuencia exacta de la resonancia del calcio, los “stomatas” se abrirán al cabo de un espacio de tiempo, aun cuando la planta los mantendría cerrados en circunstancias normales.
La música podría influenciar también la germinación de las semillas. Un estudio del “Diario de Medicina Alternativa y Complementaria” describe un experimento en el que la música produjo un porcentaje de germinación mayor (P < 0.002) y una germinación más rápida (P < 0.000002). Parece ser, sin embargo, que el sonido no tuvo ningún efecto significativo en la germinación. Así que resulta que, múltiples frecuencias son significativas, y dado que la germinación tiene que ver con las hormonas, es muy posible que la resonancia del esqueleto juegue aquí un papel importante.
Diversas pruebas realizadas han demostrado que un fertilizante de hojas aplicado a la planta tendría más efecto en el desarrollo y crecimiento de la planta si sus “stomata” se encontraran abiertos. Esto es lógico, ya que las plantas absorben el fertilizante a través de sus “stomata”. Combinaciones de frecuencia y fertilizantes de plantas están disponibles para cultivos de muy diverso tipo.
Pero existen algunos inconvenientes a este método. Si los “stomata” son obligados a permanecer abiertos, la planta no será capaz de controlar la cantidad de agua que pierde por medio de la transpiración, y entra en riesgo de deshidratación. Por ello, exponer a la planta a más de 3 horas de música al día podría poner en peligro su salud.
No Te Sobrepases Con La Música
Tus plantas favoritas también podrían sufrir efectos negativos si el volumen o la frecuencia de la música es demasiado alta. Este es un efecto que todavía no puede ser explicado, basado en la apertura y el cierre de los “stomata”. La influencia negativa de una frecuencia demasiado alta podría ser explicada utilizando una técnica conocida como “resonancia del esqueleto” (Shell resonance).
Además de la resonancia, que provoca la apertura de los “stomata” bajo la influencia de música o tonos específicos, existe otra técnica que podría explicar dichos efectos en nuestras plantas.
Esta técnica es conocida como resonancia del esqueleto y estimula o inhibe la síntesis de proteínas en las plantas. Aquí juegan un papel importante diversos tonos. La teoría que hay detrás es que las proteínas, que consisten de aminoácidos, están sintetizadas a tono con la vibración. Cada aminoácido debería de tener su propia frecuencia y, por ello, cada proteína su propia gama de frecuencias. Así que, teóricamente la secuencia correcta de tonos debería estimular la creación de proteínas a través de la resonancia.
La influencia de la resonancia en el cuerpo humano ha sido también objeto de estudio. TENS (Transcutaneous Electro Neural Stimulation o Estimulación Transcutánea Electro Neural) es una técnica que utiliza una frecuencia específica para estimular la generación de sustancias específicas en el cuerpo. Por ejemplo, se cree que una frecuencia de 10 hercios estimula la creación del neurotransmisor serotonina (la misma frecuencia q las ondas alfa). ¿Y sabes qué? La serotonina es un aminoácido.
La razón por la que diferentes tonos pueden tener tanta influencia en las plantas es que las hormonas, como el auxin, que es una de las sustancias responsables de la extensión de las células y de la formación de la fruta, consisten únicamente de dos aminoácidos. Permitir que la planta vibre el tiempo suficiente a las frecuencias de estos dos aminoácidos debería aumentar la producción de hormonas vegetales deseadas, dando como resultado brotes más grandes.
Las Plantas Prefieren Música Clásica
Una posible explicación a que las plantas reaccionen positivamente a la música clásica, y no al heavy metal por ejemplo, es que la música clásica contiene tonos más puros, mientras que el heavy metal está lleno de efectos de guitarra como la distorsión o la marcha directa que, ciertamente, ¡no pueden ser considerados tonos puros!.
Oídos Verdes
Aunque las técnicas para fomentar el crecimiento de la planta han estado ahí desde tiempos inmemoriales, el arte en sí mismo está desapareciendo y los cultivadores de hoy en día sólo poseen una parte de la sabiduría de sus antepasados. Todavía ahora no queda exactamente claro cómo la música influencia el desarrollo y crecimiento de las plantas, pero se está descubriendo más y más sobre la física de la resonancia y estamos más cerca que nunca de conseguir pruebas científicas sólidas y teorías en esta área. ¡A lo mejor, dentro de veinte años la gente se reirá si les dices que las plantas no tienen oídos!.
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