Los oasis son complejos
ecosistemas. Afloramientos de agua en zonas desérticas, con una variedad propia
de flora y fauna, su factor distintivo es la presencia hídrica natural.
Los oasis proporcionan refugio a
especies animales de zonas norteñas y templadas tropicales, y son estaciones de
abastecimiento de aves migratorias y puntos de atracción para toda la fauna
cercana. No suelen tener más de dos kilómetros cuadrados y en ellos se
desarrollan cultivos de frutas y hortalizas –dátiles, uvas, cítricos, tomate y
lechuga–, y crianza de vacas y cabras. Contribuyen, además, a la captura de
dióxido de carbono, uno de los gases responsables del aumento de la temperatura
planetaria.
México dispone de alrededor de 200 oasis, de los cuales 184 se localiza en
el territorio de Baja California Sur y los restantes en los estados de Baja
California Norte y Sonora, ubicados sobre el noroeste mexicano.
"Su
condición es de alta vulnerabilidad ante la modernidad. Todos están amenazados,
no se les atiende porque no se les reconoció durante mucho tiempo su valor
patrimonial y sus prácticas agrícolas", dijo a Tierramérica la
investigadora Micheline Cariño, de la estatal Universidad Autónoma de Baja
California Sur (UABCS).
La realidad es que no
han sido reconocidos por un largo período como espacios de valor patrimonial,
tanto natural como cultural. Es que además de la biodiversidad que albergan, contribuyen
en la captura de dióxido de carbono, uno de los gases con mayor efecto en el
calentamiento global.
Para proteger a los
oasis, se creó en 2006 la Red Interdisciplinaria para el Desarrollo Integral y
Sostenible de los Oasis Sudcalifornianos (Ridisos), que busca crear las
condiciones para que estos sitios naturales sean definitivamente catalogados
como espacios de valor patrimonial en México. Al mismo tiempo, se busca evitar
la sobreexplotación del agua de los oasis, la pérdida de especies forestales y
la introducción de especies invasoras de peces y plantas, que acechan a las
variedades originarias.
Fuentes:
Seria interesante visitar baja california norte y sonora para observar dichas bellezas pero asì fomentarìamos la desapariciòn de estos. Mejor verlos de lejitos.
ResponderEliminarQue tristeza que siempre destruyamos los ecosistemas de nuestro país, buena información para crear conciencia compañera.
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