CARACTERÍSTICAS DE LAS
PLANTAS
Las plantas son organismos vivientes
autosuficientes pertenecientes al mundo vegetal que pueden habitar en la tierra
o en el agua.
Las plantas presentan formas muy diversas,
algunas las llamamos árboles; otras las conocemos como hierbas; otras presentan
una forma arbustiva; algunas se conocen como llanas o simplemente como flores.
De acuerdo a su altura, a que sean más blandas o más duras, al uso que hacemos
de las mismas, etc, las llamamos con nombres diferentes.
Existen más de 300.000 especies de plantas,
de las cuales más de 250.000 producen flores. A diferencia de los animales, que
necesitan dirigir alimentos ya elaborados, las plantas son capaces de producir
sus propios alimentos a través de un proceso químico llamado fotosíntesis.
La fotosíntesis consiste básicamente en la
elaboración de azúcar a partir del C02 (dióxido de carbono) minerales y agua
con la ayuda de la luz solar.
Resultante de este proceso, es el oxígeno.,
un producto de desecho, que proviene de la descomposición del agua. El oxígeno, que se forma por la
reacción entre el C02 y el agua, es expulsado de la planta a través de los
estomas de las hojas. Para hacer la fotosíntesis se necesita la energía que
toma la planta del sol.
Evolución de las plantas
Las plantas siguieron evolucionando a medida
que añadían oxígeno a la atmosfera. Fueron capaces de desarrollar las semillas.
Las plantas con semillas las llamamos espermatofitos. Las plantas con semillas
las llamamos espermatofitos. Las más primitivas todavía no encerraban las
semillas dentro de un fruto y se conocen como gimnospermas o “plantas con
flores” que son aquellas que producen semillas.
Todos estos organismos han contribuido y
siguen contribuyendo a crear las condiciones adecuadas para que la vida sea
posible en la Tierra. Gracias a los seres vicos que producen oxígeno, no
solamente nos resulta posible respirar. También, de una forma indirecta, estos
mismos seres han contribuido a la formación de la capa nos protege de los
perniciosos rayos ultravioleta.
Otra consecuencia de la fotosíntesis es la
disminución del dióxido de carbono, un gas que, al acularse eleva la
temperatura de la atmosfera porque retienen el calor de los rayos solares
produciendo el famoso y fatal “efecto invernadero”.
Las plantas nos han protegido durante muchos
milenios del “calentamiento global” al absorber el exceso de dióxido.
Lamentablemente, la combustión de combustibles fósiles ha aumentado los niveles
de este gas tan espectacularmente que las propias plantas, cada vez menos
importantes en número y variedad, ya no son capaces de solucionar el problema
de un planeta cada vez más caliente.
Importancia de las plantas
Las plantas imprescindibles para el funcionamiento
de la vida tal como la concebimos desde un punto de vista humano. Ellas son las
responsables del oxígeno que respiramos, de los alimentos que comemos.
De ellas se extraen tanto curativas medicinas
como letales venenos. Muchos de los vestidos que nos protegen del frio, de los
jabones que nos limpian, de las pinturas que decoran nuestro hogar o de los
numerosos productos con que se abastece la industria tienen un origen en los
vegetales.
Las plantas sujetan la tierra y la defienden
contra los factores erosivos de la naturaleza, como la lluvia y el viento. Las plantas
nos pueden proporcionar sombra, cobijo y belleza. La vida en la Tierra no será lo
mismo sin la presencia de las plantas.
El cultivo de las plantas
El descubrimiento de la agricultura, o cultivo
de las plantas nació hace más de 9000 años en los valles de Éufrates y Tigris,
lo que sería la zona que ocupan hoy los países de Irak, Siria o sur de Turquía.
Posteriormente, unos 7000 años antes AC, se desarrolló ampliamente en el valle
del Nilo.
La domesticación de las plantas supuso un
paso gigantesco para la humanidad. El hombre consiguió liberarse del esfuerzo
diario de la casa o de la búsqueda de alimentos. Hasta ahora los hombres eran nómadas,
es decir no podían vivir en un sitio fijo. La agricultura permitió que el
hombre se hiciera sedentario de la Cultura y de la Civilización.
La agricultura
permitió producir y almacenar alimentos, lo que facilito la distribución del
trabajo. Mientras unos trabajadores podían trabajar la tierra, otros podían dedicarse
a otros menesteres. Todo ello permitió el nacimiento de la Cultura y de la Civilización.
En la actualidad, casi el 50% de los
trabajadores del mundo se dedican al cultivo de las plantas. La agricultura
sigue alimentando a la Humanidad y constituye prácticamente la única fuente
directa o indirecta de la población escondidas en la profundidad de los bosques
siguen manteniendo primitivos métodos de recolección y caza como método de
subsistencia.
Además de producir alimentos, las plantas también
son cultivadas en jardinería por su belleza. Cada vez tienen más importancia
los minihuertos, incluso en las grandes ciudades, como una manera de producir
alimentos ecológicos.
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